¿Recuerdan esos días cuando nuestras computadoras y me refiero a ordenadores de escritorio, ni siquiera tenía en mente una mac, sinceramente, solo contaban con unos cuantos juegos en sus menús? ¡Deben de! No recordar un solitario o un buscaminas sería sacrilegio, a menos que tengan 10 años o menos.
En el Solitario era clásico que cuando terminabas tu mano, la pantalla te festejaba de una manera muy, ¿cómo decirla? ¿Colorida?, ¿saturada?, ¿explosiva? ¡No tengo idea! Pero, yo se que también lo hacían. Quedarnos viendo hasta la última carta caer en ese desparrame de baraja. Podíamos estar los minutos que tardaba, admirando rebotar cada pedazo de papel digital, bueno, no todo el tiempo, pero si muchas veces.
Pues yo quiero suponer, que unos amantes de este juego fueron a coincidir en cierto punto de sus vidas, creando un estudio de diseño llamado skrekkøgle (lars marcus vedeler and theo tveterås) y que se ubicaron en Oslo, Noruega. Tal vez después de determinado tiempo de compartir gustos, decidieron recrear esa pantalla que cuando, más jóvenes, los llenaba de gusto.
La escultura mide 150 cms x 70 cms x 40 cms, (4.9 x 2.3 x 1.3 pies), formada por mil “cartas de juego”. Para recrear estas cartas utilizaron hule espuma negro y simple papel impreso con los reyes y reinas tanto como de espadas, de corazones, de tréboles y de diamantes. Ellos mismos lo cortaron, los forraron o laminaron y lo montaron como supuestamente irían los rebotes de cada carta.
La escultura no está a la venta pero tampoco en exposición, solamente una galería mientras explican las características de esta pieza.
Anteriormente en Monkeyzen, nuestro compañero Samuel, ya había hecho mención del estudio de diseño. Así es, skrekkøgle, es responsable de los retratos con las cenizas de nuestras difuntas mascotas, que lejos de ser algo extraño, sinceramente pienso que es algo muy original, bueno si, algo raro, pero ¡muy original!
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