El mundo de la moto está de luto. Este mes de agosto hemos recibido una fatal noticia: hemos perdido una de las ruedas, o mejor dicho, el motor que impulsaba la lucha a favor del acceso libre –y regulado- a la montaña para las motos. Jaume Mimó ya no estará con nosotros para defendernos delante de la administración y guiarnos por los caminos legales, para defender nuestros derechos frente a las cada vez más abusivas restricciones y prohibiciones que los diferentes organismos promueven y aprueban.
Mimó, gran amante de las motos de campo, se erigió como el estandarte en la defensa de los derechos de los usuarios de la moto por la montaña y lo fue por petición popular. Siempre había dicho que Josep Isern le había inculcado que la moto no es un fin, sino un medio y le había mostrado cómo disfrutar de la moto conviviendo con la naturaleza. En 1993 fue designado delegado de Medio Ambiente de la Federació Catalana de Motociclisme y empezó una lucha por defender los derechos de los usuarios de la moto frente a la Administración. Creó la ACCAMN en octubre de 1995 junto al incombustible Isern y a través de su empresa adiestró en diferentes técnicas a pilotos off-road como Nani Roma, Marc Coma o Jordi Viladoms, entre otros, además de trabajar también codo con codo con Jordi Arcarons en algunos temas de orientación, navegación e interpretación de datos.
Mimó era un luchador. Un hombre que trabajaba para que muchos podamos sentirnos, en cierto modo, libres, compartiendo un mismo placer: la moto de montaña. Una enfermedad se lo llevó casi sin dejarle tiempo para luchar contra ella. Fulminante.
El motociclismo, no sólo la moto off-road, sino todo el colectivo de la moto, pierde uno de sus mejores defensores. No había ganado ningún título mundial, ningún campeonato, pero para los que lo conocíamos era, sin duda alguna, todo un líder, nuestro gurú y guía espiritual cuando se trataba de hablar de motos y naturaleza.
"El soroll no ens deixa fer amics" (el ruido no deja que hagamos amigos) era una, la principal, máxima en su cruzada para hacer cambiar la imagen degradada que acostumbra a tener la moto de montaña. Un lema adaptable 100% a su persona: en silencio, Jaume tenía un montón de amigos.
Uno de los iconos off-road españoles, Jordi Arcarons, manifestó que su hueco será irremplazable, “único”, dijo. Otro buen amigo de Jaume comentaba que cada vez que veía gorriones pensaba en él porque comparten la misma pasión por la libertad, tienen una gran capacidad de adaptación y un tacto cálido cuando te acercas a ellos. Nada más cierto. Nosotros, ahora, cuando veamos gorriones también pensaremos en Jaume.
Descanse en paz.
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