Podría parecer la línea de producción de los T-1000, pero en vez de fabricar poli-aleaciones nanomófricas miméticas en realidad se trata de una máquina deshuesadora de pollos: los bichos entran a granel y los robots realizan los cortes adecuados para extraer los huesos de las aves y dejarlos perfectamente listos para su consumo.
En el proceso intervienen además de un montón de mecanismos y cables algunas cámaras de vídeo para realizar los cortes con máxima precisión. Su precio es de unos 375.000 euros(*) y dicen sus creadores que «se está vendiendo muy bien fuera de Japón».
(*) El mecanismo para cortar y separar las alitas es un «extra» opcional.
(Vía Akihabara News.)
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