Descartando el "lupus" (2ª y última)

Una de las cosas sorprendentes que he leído últimamente: cualquiera de nosotros podemos dibujar perfectamente, ¡y sin usar el Draw ni el Photoshop!. Basta con utilizar el lado derecho del cerebro, el más creativo, y un poco de práctica para trazar figuras en un papel con la maestría de los mejores dibujantes.

Pero es que tenemos muchas "habilidades" sorprendentes. Ya hemos comentado la hiperosmia (olfatear como sabuesos), o el oído absoluto (reconocer sonidos aislados), sabemos en qué día vivimos siempre nada más levantarnos, y además, que seguimos siendo el mismo que se acostó el día anterior (!), diseñamos técnicas para memorizar, mejoramos en aquello que necesitamos, reducimos el dolor, hemos inventado entre 4000 y 6000 lenguajes, incluído el de signos; tenemos mapas flexibles del cuerpo en el cerebro, somos capaces de emocionarnos, de reconocer una cara entre un millón o de imaginar el futuro y sentirlo como si estuviera ocurriendo. Hacemos cosas tan ricas como un Viña Pomal , reserva del 99 (creo), que te hace dudar, cuando llevas la mano a la mesa, si tirar hacia el plato de ibérico o hacia la copa (si tienes uno ábrelo este mismo sábado que está a punto de pasarse).

Parece que NO es cierto que usemos sólo el 10% del cerebro; una leyenda urbana; tan falso como que existen los colores. Pero tampoco necesitamos tanto. No es cuestión de memoria, procesador o tarjeta gráfica. Bastaría con que actualizáramos el firmware de vez en cuando (cada cumpleaños, por ejemplo ;-), aunque sea por partes, para descubrir cosas fascinantes. Dijo Roy Batty:

"Yo he visto cosas que vosotros no creeriais [...]
Pero todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia.
Es hora de morir"