En la era de las distracciones y la multitarea en la que vivimos, cada vez es más complicado conseguir hacer una sola cosa. Pero una vez que lo consigues, tu capacidad de trabajo y tu agilidad mental te dejan con la boca abierta. La Monotarea ofrece tantos y tan grandes beneficios que si no la practicamos es por desconocimiento… o porque queremos hacerlo mal. En el trabajo somos expertos en sabotearnos a nosotros mismos. De otro modo no se explica que, cuando nos ponemos con una tarea de cierta importancia y con aquéllas más exigentes, nos tomemos tantas molestias en hacerlo mal. Dejamos abiertas las ventanas de las distracciones, dejamos abierta la puerta de las interrupciones y, por si fuera poco, abrimos un boquete llamado «multitarea». Porque el mal hábito de hacer varias tareas o saltar de una a otra (“mariposeo entre tareas”) sólo sirve para hacerte peor y complicarte las cosas.
Una vez más doy gracias a la Productividad Personal. De su mano, esto es, de lo que otros autores me han explicado y de lo que yo mismo he practicado, he descubierto un tesoro llamado Monotarea. Dicho de forma coloquial es una bomba, una auténtica pasada. No es llamativo ni rimbombante ni moderno. Es un hábito sencillo, discreto, corriente y extremadamente fácil de practicar (si hay voluntad).
Detrás de esa Monotarea que los humanos nos empeñamos en ignorar, sólo he encontrado satisfacción, resultados, beneficios. Todo para mí. Cuando uno se empeña en hacer sólo una cosa a la vez destapa un inagotable frasco de regalos. Son cosas que te hacen mejor; que te hacen terminar antes y mejor las tareas que cada día te ponen a prueba. Fíjate todo lo encontrarás detrás de “hacer sólo una cosa a la vez”…
Más Concentración: como estás sólo con una tarea reduces el número de herramientas e inputs externos, con lo que tu mente sufre menos distracciones.
Más Claridad: sólo tienes una tarea por delante y tienes claro qué es y qué buscas con ella. Los objetivos no se mezclan, sabes bien lo que buscas y los resultados que quieres.
Más Creatividad: las ideas pasan por tu cabeza a la velocidad del rayo. Cuando estás pendiente sólo de una cosa estás más centrado y preparado para atraparlas, procesarlas y darles forma.
Más Calidad: cometes menos errores porque tu concentración, talento y capacidad están volcadas sólo en un sitio a la vez. Prestas más atención a los detalles, se te escapan menos cosas, mejoras el acabado final.
Más Consciencia: no actúas como una cadena de montaje que hace cosas sin pensar. Sabes lo que haces, le das un porqué, lo saboreas y eres consciente de lo que haces y qué buscas con ello. Estás aquí y ahora.
Más Sencillez: como tus sentidos sólo están en una cosa, sortear cualquier obstáculo es menos complicado que si estuvieras pendiente de varias cosas a la vez. Trabajas con menos dificultades.
Más Lucidez: tu mente no está embotada ni agobiada ni distraida por varias cosas a la vez. Cuando se presenta un problema hallas soluciones y alternativas con más rapidez. Tu mente está más afilada.
Más Relajación: trabajas con menos estrés. Haces una cosa, luego otra, luego otra. No te vuelves loco con mil cosas a la vez. Todo es más relajado sin perder intensidad ni ritmo ni velocidad.
Más Rapidez: más consciencia, más concentración, más detalle y más creatividad equivale a terminar antes tu trabajo. Al final eres más rápido y te vas antes a casa.
Lo más grande la la Monotarea es que ya está ahí, contigo. No es una habilidad compleja, no es una virtud reservada para unos pocos. No tienes que comprar ningún gadget, cambiar de sistema operativo, instalar ninguna extensión, comprarte ningún libro, aprender ningún método o comprar un crecepelo.
Hacer sólo una tarea a la vez y disfrutar de todos estos beneficios está en tu mano. Puedes empezar ya, aquí y ahora. Es tan sencillo como hacerlo en tu siguiente tarea.
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